miércoles, 15 de agosto de 2018

TALENTO TEATRO MUSICA

BUENAS TARDES PADRES DE FAMILIA Y ESTUDIANTES DE TEATRO Y MÚSICA. AGRADECEMOS SU DISPOSICIÓN Y COLABORACIÓN PARA LA PRESENTACIÓN DE NUESTRO PROYECTO EL DÍA VIERNES 17 DE AGOSTO.
SOLICITAMOS SU COLABORACIÓN CON LA ESCENOGRAFÍA Y DISPOSICIÓN EN LA ELABORACIÓN DE LOS DIFERENTES ELEMENTOS.( ESCRITOS EN LA AGENDA) PARA MAÑANA TRAER LOS DISFRACES PARA REVISAR.
POR FAVOR IMPRIMIR Y MEMORIZAR EL LIBRETO.



  LIBRETO DE COCO

PRIMERA ESCENA
MIGUEL: soy Miguel Rivera, creo que estoy maldito, pero no es culpa mía. es por algo que ocurrió antes de que yo naciera.
mucho tiempo atrás, en el pueblo de Santa Cecilia, había una familia conformada por una mama, un papa y una niña. su casa siempre estaba llena de alegría… y de música. el papa tocaba la guitarra, la mama y la niña bailaban y todos cantaban juntos.
pero la música que había en aquella casa tan feliz no era suficiente para el papa. su sueño era tocar para todo el mundo. así que, un día, se marchó con su guitarra y nunca regreso.
no tengo idea de lo que ocurrió con el musico después de eso, pero si se lo que paso con la mama. esta historia de mama Imelda a sido contada de generación en generación desde hace mucho tiempo en la familia rivera.
SEGUNDA ESCENA
Narrador: Miguel escuchaba esta historia cada año, en el día de los muertos, mama coco solía contársela, pero ahora no recordaba mucho de la historia. este año ella se encontraba sentada con la mirada perdida observando la ofrenda que era el lugar especial de la casa donde se colocaban los recuerdos y regalos para honrar a los ancestros.
Miguel la beso en la mejilla.
COCO: ¿Cómo estas Julio?
MIGUEL: a veces a mama Coco se le olvidan las cosas incluso mi nombre, pero esto sirve para que me guarde secretos, cosas que no puedo contarle a la abuela que es quien dirige la casa con puño de hierro. Si la abuela dice a comer, entonces se come, si quería un beso en la mejilla, entonces se lo daba, si pedía que no siguiera haciendo melodías, soplando una botella, lo hacía… en realidad ninguna expresión musical le agradaba.
ABUELA: ven miguel vamos a la plaza.
Van caminando por la plaza y la abuela grita en tres ocasiones SIN MUSICA.
NARRADOR: Miguel estaba convencido que la única familia en Méjico que odiaba la música era la suya, excepto el.
Encontraba agradable cada sonido que escuchaba y parecía música, las campanas de la iglesia, la campana de la bicicleta del panadero, no podía evitar los sonidos y replicarlos con los dedos sobre la caja de embolar, con la que encontró un lugar en la plaza para ponerse a embolar, allí se acerco un guitarrista de un mariachi que se preparaba para tocar en la plaza.
MIGUEL: le echo una emboladita señor.
MARIACHI: claro que si
NARRADOR: Miguel se quedo mirando la guitarra fijamente y el mariachi le ofreció enseñarle, se le iluminaron los ojos y miro la estatua de Ernesto de la Cruz lo inspiro aún más, comenzó a recordar cada una de las películas que interpreto y en las que actuó, todas vistas por Miguel y por cada uno de los habitantes de Santa Cecilia. Miguel pensó en voz alta.
MIGUEL: quisiera ser como él.
MARIACHI: ay, ay, ay, muchacho. Te pedí una embolada no la historia de tu vida.
MIGUEL: lo siento no puedo hablar de esto en mi casa.
MARIACHI: sabes que haría, iría a tu casa y diría, quiero ser musico.
 MIGUEL: No podría hacer eso. MARIACHI: ¿luego no eres músico? MIGUEL: No sé, es decir solo he tocado para mi solo. MARIACHI: ¿crees que Ernesto de la Cruz, llego hasta donde llego no mostrando su talento? Mira, mira, deberías inscribirte en el concurso que se realizara en el kiosco central.
MIGUEL: Noooooo mi familia enloquecería.
MARIACHI: entonces sigue divirtiéndote lustrando zapatos.
NARRADOR: se quedo viendo a Miguel y le ofreció su guitarra
MARIACHI: muéstrame lo que tienes muchacho.
NARRADOR: Miguel suspiro al cogerla, miro hacia los dos lados antes de tocarla para asegurarse que ninguno de su familia estaba cerca y antes de rasgarla escucho una voz a lo lejos diciendo.   
ABUELA: ¿Qué estás haciendo Miguel?
MIGUEL: Eh, eh, eh abuelita yo….
NARRADOR: Y antes que lo pensara la abuela estaba sobre el mariachi golpeándolo con su chancleta. Luego abrazo fuertemente a Miguel contra el pecho mientras gritaba.
ABUELA:  pobre nieto mío, tan indefenso. Sabes que no debes estar en este lugar cundido de músicos.
 NARRADOR:  Miguel suspiro y mientras recogía sus cosas encontró un volante del concurso de talentos y lo guardo en su bolsillo sin que su abuela lo viera.
TERCERA ESCENA
ABUELA: el dia de los muertos a comenzado, abriendo puertas, rejas y ventanas.
UNA NIÑA ESPARCE PETALOS EN EL PISO
ABUELA: NO, NO, NO, tenemos que crear un camino claro. Estos pétalos guían a nuestros ancestros a casa, queremos que vengan y disfruten la comida y bebida de la ofrenda.
NARRADOR: Miguel se escabullo por la ventana intentando no ser descubierto por su familia con la guitarra que el mismo había armado. Junto a Dante se deslizaron y agacharon hasta un rincón de la casa y hasta la habitación de la ofrenda y el altar, donde intento esconderse de la abuela y el papa.
MIGUEL: abajo, abajo dante.
NARRADOR: escondió a Dante debajo del altar junto con su guitarra mientras la abuela y su padre ingresaban a la habitación.
PAPA DE MIGUEL: Miguel, te tenemos una sorpresa.
MAMA DE MIGUEL: vas a dejar de embolar zapatos.
PAPA DE MIGUEL: vas a trabajar en la zapatería
MIENTRAS LE COLOCA EL DELANTAL
MAMA DE MIGUEL:  ha llegado el momento que te nos unas al taller.
MIGUEL:  queeeeee
PAPA DE MIGUEL: los construirás.
NARRADOS:  mientras la abuela lo abrazaba Miguel se dio cuanta que dante se comía la ofrenda.
MIGUEL: NOOO dante
NARRADOR: al tratar de alejar al perro de la ofrenda, la mesa se tambaleo y la foto de mama Imelda se cayó rompiéndose el vidrio. Se apresuro a recogerla pero el maro estaba destrozado y solo se quedo con la foto que estaba doblada por la mitad, la desdoblo y vio un cuerpo de un hombre que no podía ser sino su tatarabuelo parado al lado de mama Imelda con una guitarra de calavera en la mano. La cara del hombre había sido arrancada de la foto. Miguel no podía creer que fuera una coincidencia la guitarra era idéntica a la de Ernesto de la Cruz. Miguel dio un grito ahogado.
 MIGUEL: ¿la guitarra de Ernesto?
NARRADOR: justo en ese momento mamá coco despertó.
MAMA COCO: ¿papá? ¿papá?
NARRADOR: Dijo mamá Coco señalando la foto. Los ojos de Miguel se agrandaron y le preguntó a mamá Coco.
MIGUEL: ¿Ernesto de la Cruz es tu papá?
MAMA COCO: ¿papá, papá?
NARRADOR: Miguel salió corriendo donde tenia fotos de Ernesto de la Cruz y comparo las guitarras. Luego se asomó en la ventana gritando y levantando orgullosamente la foto.
MIGUEL: es mi tatarabuelo, Ernesto de la Cruz es mi tatarabuelo.
PAPA DE MIGUEL: ¿de qué hablas?
MIGUEL: el papá de mamá Coco es Ernesto de la Cruz ya se que voy a ser… Seré músico.